COBRE

El cobre es un metal dúctil y maleable, reconocido por su robustez y resistencia contra la corrosión. El cobre es un metal dúctil y maleable, reconocido por su robustez y resistencia contra la corrosión. Cuando se expone al aire, se oxida y crea una capa de protección, llamada pátina, cuya composición y color varian según el cambio de las condiciones atmosféricas.  Se ha demostrado que este óxido le da al cobre propiedad antimicrobiana: más del 99,9% de las bacterias sobre la superficie del cobre mueren dentro de 2 horas.

Estas bacterias son consideradas representativas de los patógenos más peligrosos que pueden causar infecciones graves y a menudo mortales. Los estudios citados por el International Journal of Environmental Research and Public Health demostran que sobre las superficies de cobre, más del 99,9% de sarm, así como las otras bacterias citadas arriba, se matan dentro de dos horas a temperatura ambiente. Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention - CDC) estiman que las infecciones que se presentan en los hospitales afectan dos millones de personas y causan casi 100.000 muertes cada año. El empleo de aleaciones de cobre para superficies que se tocan frecuentemente lleva entonces implicaciones importantes para reducir las infecciones causadas por bacterias patógenas. El uso de manillas y manillones de cobre en hospitales, espacios públicos y generalmente en establecimientos muy frecuentados, es una elección estratégica para reducir la cantidad de bacterias patógenas y las consecuentes infecciones. A diferencia de recubrimientos o tratamientos sobre otros materiales, la eficacia antibacteriana del cobre no se consuma ni con el uso ni con el paso del tiempo. Las manillas y manillones de cobre mantienen su eficacia antibacteriana también cuando llevan arañazos, entonces ofrecen una protección mayor y a largo plazo con respecto de recubrimientos anti-microbianos.

Estas bacterias son consideradas representativas de los patógenos más peligrosos que pueden causar infecciones graves y a menudo mortales. Los estudios citados por el International Journal of Environmental Research and Public Health demostran que sobre las superficies de cobre, más del 99,9% de sarm, así como las otras bacterias citadas arriba, se matan dentro de dos horas a temperatura ambiente. Los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention - CDC) estiman que las infecciones que se presentan en los hospitales afectan dos millones de personas y causan casi 100.000 muertes cada año. El empleo de aleaciones de cobre para superficies que se tocan frecuentemente lleva entonces implicaciones importantes para reducir las infecciones causadas por bacterias patógenas. El uso de manillas y manillones de cobre en hospitales, espacios públicos y generalmente en establecimientos muy frecuentados, es una elección estratégica para reducir la cantidad de bacterias patógenas y las consecuentes infecciones. A diferencia de recubrimientos o tratamientos sobre otros materiales, la eficacia antibacteriana del cobre no se consuma ni con el uso ni con el paso del tiempo. Las manillas y manillones de cobre mantienen su eficacia antibacteriana también cuando llevan arañazos, entonces ofrecen una protección mayor y a largo plazo con respecto de recubrimientos anti-microbianos.